miércoles, 8 de abril de 2009

sábado, 7 de marzo de 2009

sábado, 28 de febrero de 2009

Estos son perros de verdad


Mi hermana, Bo. No hace más que dormir y comer. Le gusta romper plantas y perchas. No hace nada de lo que le pidan y duerme donde en la cama o sillón que se le ocurra. Tiene trece años y jamás aprendió a dar la pata.






Momo, mi versión femenina. Es chiquita y loca como yo. No se peina tampoco. Escucha Black Metal y rompe todo, si tiene ganas.

de perros estúpidos II

Porque me lo pide la gente en la plaza voy a hablar de otro tipo de perros que no soporto: esos a los que les encanta que los peinen y les pongan boludeces en el pelo. Además de ridículos y horribles, suelen ser histéricos y, normalmente, tienen nombres que acompañan su mal gusto (Daisy, Lady, Colita o Bobby), o nombres pretenciosos, como Duque y Duquesa, que lo único que hacen es reforzar la idea de perro estúpido a quien pregunte sus nombres. Les aviso algo: Daisy es un pato, Lady, Duque y Duquesa ni siquiera son nombres, de Bobby no hay mucho para agregar, y mucho menos, de Colita.
Si tengo que elegir un perro o una perra para jugar en la plaza, seguramente elija alguno que no tenga problemas en meterse en el barro, correr, morder, dejarse oler el culo y que esté dispuesto a salir todo babeado. Nunca a uno que llegue a upa a la plaza, con un moño rosa en la cabeza, un collar con brillantes y una dueña igualmente decorada.
A esos los mordemos.

viernes, 20 de febrero de 2009

YES WE CAN















Sí, somos perritos!

Yo te banco,
OSAMA!!!!

en la plaza...

...durante la olida de culos de esta semana

miércoles, 18 de febrero de 2009

de perros estúpidos

Denuncia:
¿Cuál es la representación que se está ofreciendo de los perros en la televisión?

Un perro policía y una perra sometida. ¿Eso pretenden de nosotros?
¿Qué nombres les ponen? Nombres de pelotudos: Rin tin tin y Lassie. Más bien diría que son deformaciones "Rati tin tin" y "Lasa", dos perros en cuyos nombres están escritos todos los mandatos sociales que históricamente recaen sobre los caninos. Me pregunto: ¿A qué gato se le pide que dé la pata o rescate a una vieja de un incendio? A ninguno. Ellos toman leche y duermen. Y si tienen muchas ganas, cazan algún animalito que no sirve para nada. ¡Qué mérito! ¿A cuántos hamsters y peces les ponen adiestradores para que les traigan el diario o junten basura de la calle? Todavía no vi ni uno. Porque, por perros como estos dos, prolijos, obedientes, musculosos y sobreeducados, los perros que no salimos en la televisión ni en las revistas tenemos que soportar que se nos trate de inadaptados. ¿Cuántas veces tuve que escuchar quejarse a las mujeres de que las que salen en los medios de comunicación no se parecen en nada a las más cotidianas o de que las manden lavar los platos? Y porque estos dos pelotudos insípidos negocian yo, como muchos otros perros, tengo que soportar que me exijan que vaya, busque la pelota que me revolean y se las devuelva ¿Sabés qué? No te la traigo. La rompo toda y voy a mear todos los carteles de Lassie y Rin tin tin que vea por la calle.

Por suerte, todavía queda algún humano con cordura que se suma a mi lucha: